sábado, 8 de enero de 2011

Curiosidades de la lengua

CHARPEAR

Cuando iba a la universidad de Guanajuato, en un cuento que escribía yo para un taller puse algo como “Fulanito saltó sobre el charco y charpeó a Sutanito”. Uno de mis compañeros preguntó que si qué era “charpear”; lo expliqué y que me sorprendió que nadie conociera el verbo, tan común en mi pueblo, Pénjamo, al suroeste del estado de Guanajuato.

En el DRAE, como es de sospecharse, no se encuentra “charpear”. Lo más cercano es “chapurrar” o “chapurrear”, cosa muy diferente. En un foro de Yahoo aparece la entrada: “¿ayuda eyacul4r si mancharme o charpear alos demas??”. Posiblemente alguien de mi pueblo publicó esta pregunta. En la embarazosa situación que plantea el usuario de Yahoo, yo utilizaría “salpicar”. Si sacudimos un pincel, salpicamos; pero si, como en mi cuento, Fulanito salta sobre un charco, charpea; charpeamos si manoteamos en una tina o si nadamos en una alberca… En otras palabras, “charpear” es más violento e implica mayor cantidad de líquido que “salpicar”. Bueno, quizás mi paisano del foro pecó de presuntuoso…

El término más cercano que he encontrado es “charpe”(no usado en Pénjamo) que en algunas regiones de México es “resortera” o “tirador”. Me gusta pensar que si tiramos una piedra sobre un lago con un “charpe” tratando de darle a los patos, charpeamos. De niño, creía que el término provenía del inverosímil verbo “charquear” (de “charco”). Quizá el término original sea “chapotear”, cuya tercera acepción en el DRAE es “producir ruido al mover las manos o los pies en el agua o el lodo, o al pisar estos.

Debo decir que también borré la palabra de mi cuento y debí sustituirla por “salpicar”, que es el término que más se acomodaba. Aunque el cuento no salió de los límites del taller al que asistía, espero que “charpear” salga de los límites de mi pueblo, bueno, por lo pronto ya está en este blog.